Y mientras tocaba el primer tresillo de corcheas me acordé de ella, fue entonces cuando en mi cara apareció una disimulada sonrisa. En mi cabeza aparecía su rostro, mientras mis dedos se deslizaban libremente por el teclado, y de esas absurdas teclas comenzó a sonar la melodía de nuestra canción.
A veces pienso que no puede ser real, ¿cómo un ser humano puede transformar la oscuridad en un arcoiris de sueños con solo una mirada? No me sé la respuesta, pero lo que sí sé, esque ella logra hacerlo. Y sin darme a penas cuenta llegué al último compás, le intensidad de la última blanca con puntillo fui disminuyendo hasta que el auditorio se empapó del absoluto silencio. Recogí mis partituras dispersas por el atril, me leventé, y fue en ese preciso momento en el que la discreta sonrisa que apareció en mi rostro al principio de la pieza se convirtió en una sonora carcajada.
Solo GRACIAS por hacer que la gente se pregunte por qué sonrío al tocar.
A veces pienso que no puede ser real, ¿cómo un ser humano puede transformar la oscuridad en un arcoiris de sueños con solo una mirada? No me sé la respuesta, pero lo que sí sé, esque ella logra hacerlo. Y sin darme a penas cuenta llegué al último compás, le intensidad de la última blanca con puntillo fui disminuyendo hasta que el auditorio se empapó del absoluto silencio. Recogí mis partituras dispersas por el atril, me leventé, y fue en ese preciso momento en el que la discreta sonrisa que apareció en mi rostro al principio de la pieza se convirtió en una sonora carcajada.
Solo GRACIAS por hacer que la gente se pregunte por qué sonrío al tocar.
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