Busco un lugar donde perderme, donde nadie pueda encontrarme. Uno de esos rincones con magia propia, donde mis pensamientos hablen por sí solos. Donde no existan las dudas ni las preguntas retóricas, donde se aclaren mis ideas. Allí donde sólo llegue yo, donde nadie interrumpa mis ilusiones ni malinterprete mis palabras.
Dónde únicamente me escuche a mí misma. Un lugar en el que pueda amar sin ser amada, llorar sin razones, gritar con todas mis fuerzas, reírme de mí misma, saltar para intentar llegar a las nubes, cantar hasta quedarme sin voz, y soñar, ante todo soñar.
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