"Escuché una vez a un viejo decir en un bar que el hombre, con el tiempo, se acostumbra a todo. Se acostumbra a vivir en Laponia a menos de cuarenta grados, o en Barbate a más de cuarenta. Se acostumbra a estar en una silla de ruedas, a perder un brazo, a no tener padre. Incluso a vivir en un puñetero barco en el fin del mundo. Decía ese viejo, que era la estúpida manera que tenemos de seguir siendo felices.
Pero hay cosas a las que no te acostumbras ni con todo el tiempo del mundo. No te acostumbras al hueco del otro lado de la cama, nunca te acostumbrarás a no ver su sonrisa o dejar de pedir dos copas en un bar, o a comprar dos entradas para un concierto. A no notar su olor, ni sus besos, ni a que se te reviente el alma cada vez que te mires al espejo. Y te das cuenta de que eres el gilipollas más grande del mundo, por haber dejado escapar al amor de tu vida."
Hola guapa, sigo tu blog :)
ResponderEliminarte dejpo el mio para que le eches un vistazo, quizás te guste.
saludos
http://inspiredintheworld.blogspot.com.es/
Te voy a poner en mi lista de blogs favoritos. La verdad es que me inspiras muchisimo, he estado mirando el resto de tus entradas y son todas geniales.
ResponderEliminarbesos :)