El delicado segundo antes del caos. Esa gota de lluvia previa a la tormenta. Jugué con fuego, a todo el mundo le gusta un poco de fuego pero los extremos nunca funcionan. Estaba parada frente a la realidad. Fui tanteando a la vida. ¿A que punto he llegado? Intente continuar sin caerme, pero sin cordura ya no hay equilibrio. Imposible.
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