Con la mirada perdida en el horizonte, en tu cabeza solo ese sonido, el sonido del mar, tus pies se hunden entre la arena mojada, el agua salada roza tu piel mientras esa espuma blanca se queda entre tus dedos.
Estás sola, grita, grita ahora que nadie te escucha.
Grítaselo, te quiero.
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